HISTORIA EXPLICADA DEL SHORINJI KEMPO

EL APRENDIZAJE DE SO DOSHIN EN CHINA

El Shorinji Kempo es un arte marcial de concepción japonesa, creada por un japonés, pero su historia oficial nos habla de la importante influencia china con que contó su creación.
La explicación de esta influencia tiene su base en el hecho de que su precursor, llamado Nakano Michiomi, más conocido por su nombre budista "So Doshin", vivió en China durante un largo periodo de tiempo.
Este japonés, nacido en Oyama en 1911, vivió en China entre 1920 y 1946, con excepción de dos periodos de aproximadamente un año, en 1927 y en 1931, en los que permaneció en Japón. Es decir, So Doshin vivió en China durante unos veinticuatro años.
Lo que le llevó a vivir a China fueron sus circunstancias personales, ya que su madre, que se había quedado viuda en 1918, se dedicó en cuerpo y alma a la secta shintoísta "Tenrikyo", por la que había sido captada, dejando a sus hijos bajo la tutela de diferentes familiares. So Doshin, con tan sólo nueve años fue enviado a vivir con su abuelo paterno, So Shigeto, que vivía en China.

So Shigeto
El abuelo de So Doshin vivía en Manchuria, concretamente en Hoten (ahora conocido como Banyo), en la provincia de Liaoning.
En aquella época, tras la Primera Guerra Mundial, Manchuria era un hervidero de gentes de diferentes nacionalidades y etnias, ya que además de chinos de diversos grupos raciales, había mongoles, coreanos, rusos que huían de la revolución bolchevique, japoneses… Entre estos últimos había tanto civiles, que habían emigrado en calidad de colonos, como militares que habían quedado residualmente tras la Guerra Ruso–Japonesa (1904–1905). Estas fuerzas militares se habían quedado custodiando los intereses nipones en Manchuria, y maquinando secretamente la preparación para la ocupación de toda China desde Manchuria.
El abuelo de So Doshin formaba parte de un grupo de investigación para la Compañía Férrea del Sur de Manchuria, compañía que pertenecía a los japoneses; y era miembro de la Sociedad del Dragón Negro, la Kokuryukai, una organización que poseía un numeroso contingente de personal infiltrado en China con el objeto de pasar información que ayudase a una futura invasión de Manchuria como puente hacia la conquista de toda China.
Por otra parte So Shigeto tenía el rango de “hanshi” (maestro de Kendo) otorgado por la Butokukai (Asociación de la Virtud Marcial). La Butokukai era una famosa academia de artes marciales japonesas de la Era Meiji, fundada en 1895 por Naito Takaharu, del estilo Hokushin Itto Ryu de Kenjutsu, e Isogai Hajime, discípulo de Jigoro Kano en el arte del Judo. Esta asociación tenía por objeto preservar las artes marciales tradicionales como una escuela de virtudes civiles. Con el tiempo, muchos otros maestros y estilos irían incorporándose a esta asociación, como es el caso de Kotaro Yoshida, del estilo Daito Ryu Aikijutsu, quien, dado que perteneció también a la Kokuryukai, pudo tener alguna relación con So Shigeto, del que se supone que conocía este estilo. Dicho sea de paso, este Kotaro Yoshida fue uno de los maestros que influyó decisivamente en Mas Oyama, fundador del Karate Kyokushinkai (y, por cierto, cinturón negro de Shorinji Kempo).
Así pues, So Shigeto poseía unos conocimientos de Kendo, Jujutsu y lanza que, en momentos de ocio, transmitía a su nieto, iniciándolo, de este modo, en el camino de las artes marciales.
No habría sido extraño que, dado el talante de So Shigeto, éste intentase formar a su nieto, no sólo en las artes marciales, sino también en las habilidades necesarias para ser un buen espía en un futuro, a fin de que su nieto realizara un fiel servicio a su patria.
Más adelante, entre 1926 y 1927, So Doshin perdió a todos sus familiares cercanos: primero a su madre, después a sus dos hermanas, y por último a su abuelo, que se había convertido en su único sostén y punto de referencia en los últimos años.

La Sociedad del Dragón Negro
Tras la muerte de su abuelo en 1927, So Doshin regresa a Japón, y tras una grave apendicitis que está a punto de costarle la vida, contacta con las amistades de su abuelo, que eran importantes personalidades de aquella época en Japón. Entre éstos se hallaban Toyama Mitsuru de la Sociedad Genyosha, y Uchida Ryohei de la Kokuryukai (Sociedad del Dragón Negro). Estas sociedades tenían un carácter ultrapatriótico y ultraderechista, y propugnaban la unión de todos los países de Asia bajo el liderazgo japonés. Pese a su apariencia idealista y patriótica, estas organizaciones estaban involucradas en la realización de un sinfín de actividades mafiosas de las que obtenían ingentes fondos. Estas sociedades, formadas por civiles y militares, extendieron sus redes de influencia por todo Japón, por gran parte de China, e incluso por otras partes del lejano oriente, haciendo labores de espionaje, infiltración, extorsión, proselitismo, desinformación, eliminación, etc.
La esencia Budista y el carácter universalista que mostraban estas sociedades de cara al exterior, les hizo contactar con sociedades Budistas de toda Asia, en las que encontraron aliados muy valiosos para sus objetivos “menos espirituales”.
El joven So Doshin, criado durante siete años en la estratégica Manchuria, y posiblemente iniciado con sutileza en las artes del espionaje por su abuelo, también miembro de la Kokuryukai, era un perfecto candidato como agente de información, y así lo apreciaron las importantes amistades de su abuelo, que le brindaron la preparación oportuna como espía al servicio de la Kokuryukai antes de regresar nuevamente a Manchuria.
Aunque no se menciona explícitamente, es más que probable que, como parte de su preparación dentro de la Kokuryukai, se instruyese a So Doshin en el ámbito de las artes marciales. Lo que no podemos es aventurarnos a imaginar en qué estilo o método de combate (japonés, sin duda) pudieron entrenar a So Doshin.

Chen Liang
En la primavera de 1929, y tras el pertinente periodo de entrenamiento en el seno de la Sociedad de Dragón Negro, So Doshin llega a Manchuria como operario de actividades especiales secretas, al mando del coronel Doihara del ejército japonés.
El coronel Doihara era un veterano en cuestiones de espionaje que llevaba en Manchuria desde 1905. Las intrigas eran su especialidad, y en aquella época acababa de eliminar a Chang Tso Lin, antiguo aliado de Japón en la Guerra Ruso-Japonesa, y Señor de la Guerra que gobernaba en Manchuria. Éste desconfió de los japoneses, y fue eliminado por los hombres del coronel Doihara en una rocambolesca operación. La principal misión del coronel Doihara era la de mantener desunido al pueblo chino, intrigando y apoyando económicamente a diversas facciones y Señores de la Guerra; y por otra lado tenía el cometido de preparar el terreno para la invasión japonesa de Manchuria.
Sin embargo, en aquel momento, el presidente de la incipiente República China, Chiang Kai Shek, estaba logrando lo contrario: reunificar gran parte de la China dividida anteriormente, bien consiguiendo la adhesión de algunos Señores de la Guerra, bien venciendo a otros de éstos que se empeñaban en mantener su independencia.
Cuando So Doshin llegó a Manchuria, y con el objetivo de someterse al entrenamiento necesario para su cometido, fue puesto bajo la tutela de un anciano maestro chino llamado Chen Liang, con quien tuvo que convivir a partir de ese momento. Así pues, entró en la academia taoísta de Shi Fang Cong Lin, en el Tai Qing Gong (Palacio de la Gran Pureza) de Xiao Xi Guan, cerca de la localidad de Feng Tian.
Su contacto, Chen Liang, era un hombre de unos sesenta años, de penetrantes ojos, y uno de los miembros principales de la sociedad secreta Zaijiali. Esta sociedad era una de las sociedades secretas chinas de carácter pan-asiático y filosofía seguramente híbrida (budista, taoísta, confucionista) que abundaban en esa época en Manchuria, y que estaban prohibidas por el régimen de Chiang Kai Shek. Los japoneses habían acogido a este tipo de sectas bajo su protección, en parte bajo la excusa de que compartían los ideales de la unificación de toda Asia y la creación de un paraíso utópico en Manchuria, y seguramente también a fin de usarlas para servir a sus intereses.
Precisamente una de las labores de los espías de las sociedades Genyosha y Kokuryukai a finales del siglo XIX y principios del XX, había sido la de buscar aliados dentro de China que pudieran facilitar la futura invasión. Es digno de resaltar la obra escrita por un espía de la Genyosha llamado Hiraya Amane que se infiltró en estas sociedades a finales del siglo XIX, y que fue obra obligada para muchos de los espías japoneses que posteriormente desarrollaron su labor en China.
De Chen Liang se cuenta que durante la Rebelión de los Boxers había liderado a un grupo de hombres de la sociedad Hongqianghui (Sociedad de la Lanza Roja) de Henan; sin embargo no parece que esta sociedad participase en la Rebelión de los Bóxers, sino en las revueltas populares de 1911-1912. De esta sociedad sabemos que se hacía un gran énfasis en la formación espiritual de sus miembros, así como en la formación física y marcial de los mismos, la cual consistía en una durísima instrucción de 128 días, sin la cual al adepto no se le permitía entrar en acción.
Después de esta rebelión, Chen permaneció en la clandestinidad para evitar las represalias, y reapareció más tarde como miembro del grupo del general Wu Peifu (uno de los Señores de la Guerra que contaba con el apoyo angloamericano), el cual en su día estuvo conectado a la camarilla militar del Pacífico Norte. Después de separarse de este grupo, Chen se estableció en Feng Tian (Manchuria).
Según cuenta So Doshin, Chen Liang era experto en un secreto sistema de origen Shaolin llamado Bailian Quan (Boxeo del Loto Blanco), que el joven So Doshin, muy interesado por las artes marciales, aprendió de éste.
Más adelante, con el propósito de hacer mediciones topográficas para el ejército, So Doshin emprendió, con Chen Liang y otras personas, un gran viaje que le llevaría por la zona de Dongbei. Este viaje constituyó para él también la oportunidad de encontrarse con diversos estilos del Kung Fu chino. En sus viajes por Manchuria tuvo la fortuna de hacer amistades con los líderes de diversas sociedades secretas que vivían en la provincia nororiental. Así, So Doshin pudo estudiar los fundamentos de algunos estilos, y técnicas tales como la lucha Bashi y las técnicas Nafa. Esta experiencia fue la causa directa de que más tarde se introdujera de una forma profunda en el estudio de las artes marciales.

Wen Taizong
En 1930, hubo un cambio de turno en el Ejército Japonés, y So Doshin se fue a Japón. En diciembre de ese año, se alistó en la Primera División de Kagamihara en la prefectura de Gifu, cerca de Osaka. Cinco meses después de su alistamiento, a principios de abril de 1931, So Doshin cayó enfermo con fiebre después de un vuelo nocturno de prácticas, e ingresó en el Hospital Militar de Eiju en Gifu. Se le diagnosticó una enfermedad coronaria y fue dado de baja en el ejército sin demasiadas esperanzas de que sobreviviera más de un año. Con esta perspectiva, So Doshin pensó en entregarse a su labor patriótica en cuerpo y alma, por lo que decidió regresar a Manchuria, ya como civil.
A su vuelta, se dedicó de inmediato a desarrollar un trabajo a tiempo parcial para el Servicio de Inteligencia del Ejército Japonés en Feng Tian, formando equipo de nuevo con Chen Liang.
En octubre de 1931 se produjo el llamado “Incidente de Manchuria”, un supuesto ataque del ejército chino a la Línea Férrea del Sur de Manchuria perteneciente a Japón. La realidad fue que este atentado había sido preparado por hombres del coronel Doihara para justificar la respuesta militar de los japoneses contra el ejército chino, que daría lugar a la toma de Manchuria.
En marzo de 1932, después de que las provincias de Heilongjiang, Liaoning y Jilin fuesen convertidas por Japón en la nación independiente de Manchuria (Manchukuo), So Doshin viaja a Pekin, donde gracias a la recomendación del maestro Chen se presenta a Wen Taizong, maestro de la Yihemen Quan (Puño de la Justa Armonía) de la tradición de Shaolin del Norte, y que en ese momento estaba viviendo en la puerta Xizhimen de Pekin.
Wen Taizong, comunmente conocido como Ziming, era de la región de Deng Feng Xian, en la provincia de Henan, y en un principio había sido monje del Templo Shaolin del monte Song. Al final de la Dinastía Qing, en 1912, al terminar la ocupación extranjera en su tierra natal, había dejado el templo y se había unido a la sociedad secreta Gelaohui (Sociedad de los Hermanos Mayores) en la que había conocido a Huang Longbo, maestro de la escuela Qinzi del estilo Shaolin Yihe Quan (Boxeo de la Justa Armonía), del que se hizo discípulo.
Así pues, So Doshin se puso bajo la instrucción de Wen Taizong, teniendo como compañero de práctica a Zhou, el joven sirviente del maestro. Con el maestro Wen, So Doshin aprendió las formas Wuhua Quan, Lohan Quan, y las técnicas Longxi Zhuji. Gracias a la iniciación de su abuelo, So Doshin estaba familiarizado con las artes de lucha, lo cual junto al entrenamiento básico que había recibido del maestro Chen Liang, y a su habilidad natural, hizo que sus progresos fuesen rápidos. Esto le permitió ganarse el aprecio de Wen, que no tenía hijos. Así pues, So Doshin continuó estudiando y entrenando bajo la tutela del maestro Chen durante los cuatro años siguientes.
En octubre de 1936, se le asignó a So Doshin una misión en Xian con el grupo de Chen Liang. Su tabajo consistía en confirmar el rumor de que Chiang Kai Shek estaba formando un grupo de resistencia en esa ciudad. Cuando So Doshin le comentó este asunto al maestro Wen, éste le planteó la posibilidad de acompañarlos y de hacer un alto en el camino para visitar el Templo Shaolin de Henan.
Tras salir de Yanshi en la Línea Longhai, Wen, So Doshin y los demás miembros de la misión se dirigieron hacia el sur en dirección al monte Song, con sus equipajes a lomos de unos burros que habían adquirido. Aunque habían pasado varios años desde que el Templo Shaolin fuese atacado y quemado por Shi Yousan, derrotando a las tropas de Sun Yat Sen que se habían refugiado allí, aún no se había completado la reconstrucción del mismo. En Shaolin, la Sala Qianfodian, la entrada del templo, y la Sala Baiyidian se hallaban indemnes, y los alojamientos individuales de los monjes circundaban lo que quedaba de los aposentos del abad.
A pesar de la devastación, había varias docenas de monjes viviendo en el templo, los cuales les mostraron técnicas de Kung Fu, bastón y espada que practicaban regularmente. Los visitantes fueron alojados en la residencia de los monjes. En esa época, un monje de unos treinta años, el maestro Dechan, se ocupó de ellos y les atendió durante su estancia en el templo.

Él mismo, convertido en el Abad del templo, fue uno de los que reconoció a So Doshin en la emotiva reunión en la que So Doshin volvió a Shaolin en el año 1979.

 

 

 

 


So Doshin y sus compañeros estuvieron en el templo sólo unos días y, al contrario de lo que dicen ciertos rumores, no permanecieron en el templo para estudiar o entrenar.
Mientras So Doshin estaba en el templo, quedó enormemente impresionado por los murales de la Sala Baiyidian en la que se podían contemplar monjes practicando Kung Fu. Como es bien sabido, esta ocasión proporcionó a So Doshin la inspiración que más tarde le sirvió para fundar el Shorinji Kempo.
Tras esta experiencia, la situación laboral de So Doshin cambió, y durante los siguientes años de estancia en China apenas tendría oportunidad de dedicarse al aprendizaje y práctica de las artes marciales, pues su intenso trabajo en diversos cargos políticos y administrativos se lo impediría.
En junio de 1946 So Doshin llega repatriado a Japón tras la II Guerra Mundial, y la situación social que encuentra le hará considerar la posibilidad de colaborar de algún modo con la reconstrucción nacional. Inicialmente piensa en instruir a las jóvenes generaciones en la filosofía del budismo original, pero finalmente decide hacerlo a través de la práctica marcial, tal y como se había hecho durante siglos en el mítico monasterio Shaolin. Para ello So Doshin vuelve a entrenar, y practica y analiza diversas disciplinas, esta vez japonesas, como el Judo y el Kendo, y en especial el recién nacido arte del Hakko Ryu Aikijutsu, que incluso llega a practicar con su fundador Ryuho Okuyama. Hasta el Boxeo occidental es considerado.
Con todas sus conclusiones ordena y estructura un nuevo arte, una disciplina singular inspirada en los viejos estilos que conoció en China, con una indudable influencia japonesa, y su toque personal. De este modo, en 1947, So Doshin funda el Shorinji Kempo, y elige ese nombre (traducción al japonés de "Shaolin Si Quan Fa") sin duda, en clara alusión y homenaje a este templo que le maravilló.
------------------------------------------------------------------------------------------- © Rogelio Casero Abellán

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