VOLVIENDO A LOS COMIENZOS
Hay 100 millones de personas en Japón. Hay docenas de escuelas de artes
marciales clasificadas como budo y cientos de religiones. A pesar de ello, habéis
elegido el Shorinji Kempo y habéis encontrado algo por lo que luchar.
Quizás lo que os hace continuar practicándolo sea la propia practica
o la gente que habéis conocido y algo que queda en vuestro corazón.
La cosa más importante es la comunicación de corazón a
corazón y que nuestros corazones estén unidos como uno solo. Compartimos
las mismas metas.
Queremos hacer un Japón mejor. Para que pase esto nuestros compatriotas
japoneses tienen que ayudar más a los otros. Justo después del
final de la guerra, cuando los jóvenes japoneses no tenían ni
confianza ni esperanza en si mismos, yo predicaba la igualdad de todas las personas
como partes del propio Dharma, animando a la gente a experimentar esto con orgullo.
Este era el deseo de mi corazón cuando fundé el Shorinji Kempo.
Hemos compartido nuestros problemas hasta ahora; algunos instructores parece
que piensan “Si practico Shorinji Kempo, tendré algunos alumnos
y ganaré dinero. Cualquiera puede parecer un buen profesor. Esto es por
lo que practicaré Shorinji Kempo”. Este tipo de falsos líderes
han empezado a acercarse al Shorinji Kempo también.
Por esto el pasado año levante mi voz y os dije a todos vosotros: ¡Volved
al comienzo!
Quieros ayudaros a volver al Shorinji Kempo que yo fundé.
Si os estáis preguntando como eran aquellos tiempos, eran unos momentos
en el que los compatriotas japoneses habían perdido su confianza en si
mismos y abusaban, robaban y menospreciaban a los demás. Yo quería
cambiar esa situación y hacer lo possible para que se relacionaran entre
si como amigos. Si hubiera intentado transmitir esto con el patron de las artes
marciales normales, donde el profesor es enemigo de sus alumnos y ellos entre
sí, y cada uno se reconocía solo así mismo, no habría
podido hacerlo. Para hacer esto era necesario algo diferente. Decidí
enseñar el arte del Templo de Shaolin en China, como una disciplina (gyo).
A pesar de que mis enseñanzas iban por este camino, la gente venía
con otras intenciones. Cuando el Shorinji Kempo creció, los canceres
también lo hacían en él. Por esto cambié mis condiciones
el año pasado, así que hubo que enderezar algunos grupos y se
expulsó a sus instructores. Mi posición es tratarlos como enemigos
y destruir sus intenciones.
El Shorinji Kempo que fundé yo solo aquí en Tadotsu, se ha extendido
desde la isla de Hokkaido hasta Kyushu y a 12 paises extranjeros. Incluso si
hubiera intentado pararlo, me habría sido imposible. Crecía por
si solo. No hubiera hecho bien si lo hubiera dejado estar. Lo dirijí
y establecí ciertas condiciones. El tiempo que me ha permitido hacer
estas cosas e incluso estar preparado para ayudar ocasionalmente. Esto es por
lo que a veces cambio de opinión en mi dirección del Shorinji
Kempo.
Doshin So. Extraido de un discurso en
el seminario de Instructores de 1973
© de la traducción Shorinji Kempo Cartagena